Mi oferta para María es una casa
proyectada. A María le interesa el tema
de las proyecciones, por lo que las estancias y el mobiliario serán proyectados
sobre los cerramientos verticales, que se limitan a encerrar un espacio y
separarlo del exterior. ¿La casa es el mobiliario? ¿Es un espacio delimitado por
muros? ¿Una casa es una casa si no tiene, por ejemplo, un aseo? Para responder
a estas preguntas y conducir el proyecto lo primero que necesito hacer es un
repaso por el concepto de qué es una casa para María.
Por un lado, la casa de María no
la articula el mobiliario. Vamos a argumentar de forma intensa esta postura con
referencias y ejemplos si esto es posible. ¿Se puede vivir en una casa sin
muebles? ¿Que conlleva una casa que no tenga muebles?
Se me ocurre que una casa sin
muebles es una casa sin ruido. Los muebles y su uso generan un ritmo. Es como
la prueba de que un espacio está habitado. Sin embargo, esa cantidad de
estímulos pueden hacernos obviar otros ritmos que tienen más que ver con el
funcionamiento de nuestro organismo.
La propuesta de la casa sin
muebles renuncia a una práctica muy común popularmente, la acumulación de
objetos. No concebimos la casa como un lugar privado que funciona como
contenedor. El desarrollo de lo cotidiano deja de hacerse entorno a estos
objetos que de alguna forma limitan tanto el uso del espacio como la forma de
realizar una acción. El mobiliario es una formalización de una actividad, un
complemento que facilita nuestra vida dentro de la casa. Por tanto, ayudan a
crear hábitos. La casa de María no supone un lugar donde los objetos o las
actividades quedan estancadas de una forma cómoda. Es una casa flexible.
Candy Room (tienda de dulces,
ubicada en Melbourne) se plantea la ausencia de muebles, y en su lugar los
dibuja.
Una vez nos hemos desecho de los
muebles hay que dar un paso más allá: liberar la casa de las particiones.
“La planta
libre es una nueva concepción y posee su propia gramática, como un lenguaje
nuevo. Muchos creen que la planta libre significa absoluta libertad. Esto es un
error de interpretación. La planta libre requiere tanta disciplina y
comprensión por parte del arquitecto como una planta convencional” Mies van der Rohe
En la arquitectura tradicional
japonesa ni siquiera se conciben cimentaciones firmes. Sus casas se apoyan en
el suelo, sobre patas de madera, como un mueble. La casa de María no tiene
muebles, pero actúa como un mueble donde almacenar experiencias y actividad.
La propuesta comienza entonces
desde un espacio libre de particiones, donde las actividades no están predeterminadas
por los objetos que encierra. Encontramos falta de contextualización de las
actividades, por lo que recurrimos a las proyecciones, evitando retomar la
planta estándar.
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