lunes, 24 de febrero de 2014

TEORÍA Y PRÁCTICA_

Puede que el primer pensamiento acerca de la arquitectura que logramos formular sea incluso antes de lo que recordamos.
Hemos nacido en un contexto en el que la ciudad ya está muy desarrollada, y desde muy pequeños sabemos lo que es “mi casa”. En ese momento sin saberlo, estamos enlazando conceptos como seguridad, protección y posesión. Seguramente esa fue la primera vez que reflexioné acerca de arquitectura. Entonces no tenía conocimiento de la práctica de arquitectura, pero de alguna forma lograba entender que aquellos muros que me impidieran ver el exterior, delimitaban un espacio seguro en el que realizaba el día a día.
Esto, puede llevarnos a pensar que a pesar de ser una ciencia que conlleva estudio y dedicación para llegar a ejercerla, es perceptible por todos. Entonces, detrás de su estudio existe una esencia que nos permite conocer qué es la arquitectura. Quizá sea de esta forma como hace mucho tiempo, cuando no existían métodos sofisticados para la construcción, las personas desarrollaban de igual forma una técnica que les permitía levantar un espacio al que llamar “mi casa”.
Con el tiempo el concepto de arquitectura se ha ido perfilando. Aunque a lo largo de los años se ha conservado la creación y entendimiento de espacios para la vida, el acondicionamiento de actividades duraderas o efímeras. ¿Existe entonces una definición de arquitectura? Conocemos la teoría de la verdad de Platón, donde se defiende la verdad absoluta, y negación del cambio. Las cosas son, si dejan de ser ya se convierten en otra cosa. A lo largo de la historia se ha mantenido algunos conceptos en la arquitectura, y esto que nunca cambia puede ser lo que entendemos como teoría de la arquitectura, la definición más primaria. Sin embargo la metodología sí ha cambiado, y por tanto los resultados y la forma de vida de sus usuarios.
Es interesante reflexionar sobre una teoría y práctica de arquitectura, de hecho conocemos que es un tema sobre el que se viene polemizando desde hace tiempo. Aunque si podemos ver en ellos una cosa en común, continuamente hace referencia a otros que anteriormente reflexionaron sobre ello y de igual forma establecieron unos fines, un proceso de diseño o unos materiales. Necesitamos las referencias, es útil conocer la historia de la arquitectura y esto nos ayuda a posicionarnos como diseñadores, pensadores y arquitectos.
La historia se sigue escribiendo. ¿Cuáles son tus referentes? ¿Y objetivos? ¿Qué vas a aportar la búsqueda de esta definición tan compleja? Son preguntas que nos ayudan a posicionarnos en el mundo. Puede que sea pronto para saberlo. Pero sin darnos cuenta nos posicionamos. Tengo la oportunidad de presentar una oferta de una casa para María Langarita. En un futuro próximo mi objetivo será su “mi casa”. Para ello mi teoría será la búsqueda de un espacio acogedor e inteligente en el que realizar su día a día. Mi práctica partirá de localizar ese espacio, que divisiones conlleva. Mi herramienta será la luz, porque la entiendo necesaria para la percepción de espacios y capaz de graduar la intensidad emocional a gusto del habitante.

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