lunes, 28 de abril de 2014

Abstract




La creación y diseño de una casa tiene como fin último responder a unas necesidades del usuario en el desarrollo de hábitos de carácter doméstico. El proyecto trata de atender a estas necesidades replanteando la forma de habitar convencional de espacio programático, buscando la flexibilidad en el desarrollo de las acciones. De esta forma el habitante crea el espacio y no éste a la forma de habitar.

De la misma forma se define el perfil de usuario que requiere el nuevo espacio propuesto. No se trata de la alteración de los hábitos del ocupante sino del procedimiento. 

En la actualidad, la vivienda estándar encuentra limitaciones en la diversidad del habitar. Establece unas condiciones formales en la práctica de actividades de ámbito cotidiano, así como limita los hábitos que alberga. 

La vivienda de espacio fragmentado según uso, así como la invasión de mobiliario, formalizan el desarrollo de la vida en casa y reducen el espacio para la acción propiamente dicha.
Si además tenemos en cuenta el avance tecnológico, los cambios que suponen y las ventajas que ofrecen, comienza a ponerse en duda la necesidad de la configuración actual del espacio en la vivienda, que a su vez replanteará los elementos que recoge.

Puesto que se renuncia a la casa tradicional, el método que se aplica consiste en abandonar las formalidades anteriormente enunciadas: la fragmentación del espacio y el mobiliario.
Se parte de una estancia completamente vacía, en la que en su totalidad está destinada a la acción libre del usuario. Con esta decisión se encuentra una carencia a la hora del despliegue del habitar: es necesario contextualizar al usuario en la actividad que va a llevar a cabo. Para ello se propone la instalación de proyectores, que de alguna forma cumplen la función del mobiliario. Por otro lado existe la necesidad de mantener una mesa, como objeto articulador del espacio y de reunión.

El estudio desemboca en una casa que renuncia a los objetos tradicionales. La forma de habitar esta casa se aleja de los parámetros convencionales, pues las proyecciones no sustentan las necesidades primarias como la higiene o alimentación. Por ello es necesario un perfil concreto de habitante. 

En definitiva, el proyecto propone un espacio doméstico opuesto a lo que entendemos por hogar. Pasamos a cuestionarnos cómo hacer en lugar de qué usar. Al final no supone un cambio en la forma de vivir, ya que cada vez más  una parte importante del habitar nos lo ofrece la ciudad y nuestro entorno habitual. Entonces, cabe cuestionarse si existiría alguna diferencia entre poseer una estantería llena de libros, colocada en el rincón de la sala de estar o simplemente la imagen de ésta.

lunes, 14 de abril de 2014

Abstract_



El proyecto apuesta por una forma de habitar libre, sin las limitaciones que supone el mobiliario tradicional, que será reemplazado por imágenes proyectadas.
Profundizamos en el estudio de los medios audiovisuales. Me interesa entender las cualidades de la realidad virtual e introducirlo de alguna forma en el habitar, a través de proyectores.  La imagen proyectada no es aleatoria. Con ellas se pretende acompañar a las necesidades del habitante en cuanto al tiempo, lugar y acompañantes vinculados a la acción. El habitar hace a la proyección, no la proyección a la forma de habitar el espacio. 

En la actualidad, la tecnología ha evolucionado hasta suplir algunas funciones que hasta ahora habían necesitado de la intervención de personas y objetos. Ha comenzado a ponerse en duda la necesidad de parte de estos hábitos. En el ámbito doméstico, esta crisis tiene menor impacto. El estudio profundiza en el tema, proponiendo un nuevo espacio habitable que renuncia a la manera tradicional de hacerlo. Los objetos formalizan las actividades y reducen el espacio disponible para la libertad de movimiento.  

Para llevar a cabo la observación, se renuncia a los objetos y mobiliario doméstico. Serán sustituidos por imágenes proyectadas en las paredes verticales y pavimento, que pretenden contextualizar al usuario y la acción que realice. Mediante esta acción aparece una carencia en la composición del espacio habitable, se hace necesario un elemento articulador del espacio y centro de actividad, para el que se propondrá una mesa.

El estudio desemboca en una casa que renuncia a los objetos tradicionales. La forma de habitar esta casa se aleja de los parámetros convencionales, pues las proyecciones no sustentan las necesidades primarias como la higiene o alimentación. Por ello es necesario un perfil concreto de habitante. 

En definitiva, el proyecto propone un espacio doméstico opuesto a lo que entendemos por hogar. Pasamos a cuestionarnos cómo hacer en lugar de qué usar. Al final no supone un cambio en la forma de vivir, ya que cada vez más  una parte importante del habitar nos lo ofrece la ciudad y nuestro entorno habitual. Entonces, cabe cuestionarse si existiría alguna diferencia entre poseer una estantería llena de libros, colocada en el rincón de la sala de estar o simplemente la imagen de ésta.